jueves, 27 de abril de 2017

Hoy en poetas de la Patagonia la poesía de Jorge Spíndola


Spíndola, Jorge
Nació en Comodoro Rivadavia, Chubut, en 1961. Vive actualmente en Trelew. 
Integra el Colectivo de Poesía Nómada “Peces del Desierto” y el Colectivo de Trabajo
Artístico “Bajo los Huesos”, Chubut, Argentina.
Ha publicado:
Matame si no te sirvo, por Último Reino Buenos Aires, 1994.
Premio Nacional de Poesía Encuentro de Escritores Patagónicos- Fondo Nacional de las
Artes, Argentina.
Calles laterales, Ediciones del Sur del Mundo, Trelew, 2002.
Mención de Honor Fondo Nacional de las Artes, Argentina, 2002; Mención de Honor,
libro finalista Premio Internacional de Poesía Festival de Medellin, Colombia.
Jerez volcado, selección de textos, Plan Nacional de Lectura. Buenos Aires, 2007.
Jerez Volcado, Ediciones Suri Porfiado, Buenos Aires, 2008. Segunda Edición: Ediciones
Bajo los Huesos, Trelew, 2010.
Perro lamiendo luna, Antología personal, Ediciones Jinete Insomne, Buenos Aires,
2013.
Integra antologías nacionales y del extranjero:
Abrazo Austral, Poesía del Sur de Argentina y Chile, Editorial Desde la Gente, Buenos
Aires, 1998.
Poesía de Patagonia, Ediciones Maremoto, Málaga, España, 2006. Concha García,
compiladora.
En 2004, estrena ¨Oxido Labial”, espectáculo de poesía y teatro de objetos junto al
Grupo Pócima. Dirección de Javier Swedzky, Grupo Periférico de Objetos (Bs. As.).
En 2008, estrena “El arte de la memoria” junto al grupo de teatro La Cofradía de los
Locos, espectáculo teatral multimedia basado en textos de escritoras y escritores
detenidos-desaparecidos por la dictadura militar argentina. Teatro Español de
Comodoro Rivadavia. Dirección de La Cofradía de los Locos.
2008, “Eskrache a La Anónima”, performance callejera con textos de Lola Kiepja y
pinturas de cuerpos selk´nam, junto al Colectivo de Trabajo Artístico Bajo los Huesos y
el muralista Chelo Candia, Puerto Madryn, Chubut.
Actualmente trabaja en el estreno de la obra “Tendal de voces en torno al suceso de las
tres viejas borrachitas detenidas en el barrio del progreso”, con textos propios. Grupo
de teatro Universitario de Río Negro, dirigido por Hugo Aristimuño.



Eramos muy jóvenes

Confundíamos árboles con fuego
frutas con ceniza
las guitarras ardían
como hembras por la noche
creo que había demasiado alcohol
o anfetaminas
y el vértigo
era una forma de belleza.
nos tatuábamos corazones en la espalda
y poseíamos mujeres
con tigres en el pecho.
todo el mundo llevaba una joroba
a punto de estallarnos
en la cara.


YA LO SÉ

yo ya sé
lo que es el amor.
yo aprendí a beber vino
cuando trabajaba
en la pampa de salamanca
al borde de la ruta 3.
aprendí a beber callado
mirando las martinetas
que se iban siguiendo la alambrada.
de vez en cuando un camión
como un incendio perforaba la tarde
y pasaba
dejando un suspiro en las retinas
de los perros.
a lo lejos había
un molino negro
el viento agitaba sus pedazos
molino deshecho
sin aspas para el vuelo
chaperío sin alas
llorando en pozo de la noche.
yo bebí borracho en las alturas
a mi no me digan nada.
perdí una camisa
buscando ovejas en la nieve
perdí los sentidos
mareado en una torre
que se alzaba como un sueño
en la chatura de la estepa/
un mirador creo que era.
y ya sé lo que es el amor
(por las noches yo dormía
en un catre adentro de una casilla)
después de apagar el alumbrado
(un lister a todo culo)
desaté los perros
y me quedé bebiendo
con los ojos mezclados con la noche
con la piel hecha un silencio
como un solo cuerpo enmudecido por la pampa.
en la pieza brillaban
por la luna
las latas de aceite supermóvil multigrado/
el viento ladraba a la ventana.
el viento es un perro desgraciado
aullando en las orejas del insomnio.
los vehículos pasaban en la ruta
con ráfagas de luz en esa pieza.
y por eso
yo ya sé lo que es el amor
yo recé borracho el padrenuestro
para que
un auto con dardos veloces pasara iluminando
el cuerpo de thelma tixou
que brillaba en el almanaque
de aquella noche de aquel invierno
de esos años.
thelma estaba espléndida en esas soledades
tenía un vestido rojo
que ardía ante mi boca
cuando las luces
la encendían como llama en pleno vuelo.
yo ya sé lo que es la sangre
cuando arde como aceite en la penumbra.
el cuerpo de ella era un planeta
girando en el abismo
y yo su único habitante/
me ataca como una sed cada vez que me acuerdo de esa diosa.
el amor es como apretar una foto de thelma tixou
en la garganta de la noche/
o el amor es otra cosa
animal que se espanta
que vuela lejos
y uno
no ha tenido el gusto.


CHOMÜNGEN/ EL OTOÑO
kalfu me decía mi abuela
y me traía flores de manzanas…
Elicura Chihuailaf
son las últimas uvas y los primeros membrillos
son las manzanas cayendo con las hojas
las cortinas de álamos remojadas en el río
los fresnos gigantes amarillos como velas encendidas en la noche
lorenzo quilaqueo me dice este chomüng de las hojas
anuncia el último ciclo del año
ya es tiempo de guardar los animales
protegerlos del rigor del frío
hay que volver a las rukas dice
a los lugares reparados para invernada
chomüngen es tiempo de calma/
el suelo se abriga con las hojas
la semilla sueña el árbol que vendrá
tiempo de encender el fuego y vivir las noches largas
de convivir adentro de las casas y volver a contar
los relatos antiguos a los hijos.
En noches como esta
la abuela eufemia preguntaba
por qué los árboles se desnudan para llegar al invierno
de qué hablan las raíces en el sueño de la tierra
nunca pude contestarle esas cosas
hay un lenguaje del mundo que olvidamos
los hombres volvemos a la tierra
sin saber muchas cosas de la tierra
ignoramos
y muchas veces hablamos sin respeto
ahora hay tantos reflejos y variaciones de amarillo
cómo haré para guardarlos en los ojos?
Cómo resistir el invierno sin la memoria del otoño
(en la ciudad el olvido es blanco como una helada)

El poeta Recitando su poesía



jueves, 6 de abril de 2017

Poesía de Luciana Tani Mellado.

Luciana Mellado nació el 3 de marzo de 1975 en Buenos Aires, capital de la República Argentina, y reside en la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Es Profesora y Licenciada en Letras, por la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, así como Magister en Literaturas Española y Latinoamericana, por la Universidad de Buenos Aires. Es investigadora y profesora en la carrera de Letras de la UNPSJB, en la sede de su ciudad. Colaboró con artículos en publicaciones universitarias arbitradas de Argentina, España, Nueva Zelanda, Chile y Alemania. Además de obtener numerosos premios y becas, participó como expositora y como poeta en congresos nacionales e internacionales. Es la compiladora de dos antologías editadas en soporte electrónico: “Máquina sur. Poesía actual de la Patagonia” (2013) y “Patagonia se dice en plural” (2015). En el género ensayo, en 2010 la UNPSJB editó su conferencia “La Patagonia y su literatura: unidad y diversidad multiforme” y en 2015 apareció su libro “Cartografías literarias de la Patagonia en la narrativa argentina de los noventa”. Poemarios publicados entre 2006 y 2014: “Las niñas del espejo”“Crujir el habla”“Aquí no vive nadie”“El agua que tiembla” y “Animales pequeños”.



XXVII


Este dedo no se mueve más
culpa de una mala espina.

Ahora muevo los otros cuatro
y el del medio se queda quieto.

Le gusta estar solo
como a vos
cuando eras chica.



La siesta

                                                                       para Andy, cada vez



Crece el silencio
adentro 
de las cosas.

La siesta te abraza.

Nadie prende velas
bajo una luz rabiosa.

El único que importa
está durmiendo, 

lejos de esta boca
que quiere hablar
está durmiendo.

Bajo el sol excesivo
me falta
que despiertes.


(Animales pequeños)



  Tus ojos I
A Andy

Nada es inocente en este mundo
salvo tus ojos.

Tu cuerpo quemado / incendiado por los años 
dibuja dos grandes soles 
anillos sabios que te acercan a lo divino. 

No exagero, es cierto, todo sobra en mi casa 
todo es olvidable
menos los puentes acuosos de tus ojos. 

Como aquello que ignoro conociendo
o mejor aún lo insondable de vos. 
Te oigo desde lejos.


(Las niñas del espejo, 2006)




IX

también yo te amaba y masticaba la sombra de tu cuerpo 
me acercaba a esa sombra con breve salto 
porque también te amaba cuando estabas 
y te vaciabas de luz sin preguntar mi nombre 
ni por qué te seguía 
pero también sabía que aquello era el murmullo 
amoroso del que está partiendo
porque te estabas yendo entonces 
rodabas 
como una máquina infalible que deja en el suelo
unas marquitas como pisadas de perros 
diminutos / de loros
como cáscaras de frutas invisibles 
que dicen no me olvides 
que riega / la niña de la albahaca 
y la memoria rodando papelitos en el viento 
cuando te ibas por la ruta y te quedabas 
pegado a los alambrados / a las matas 
no me voy del todo me decías 
pero yo veía que la mancha de la luna se achicaba 
que la luz era plena en lo oscurito 
y me olvidaste nomás entre los ojos 
bebiendo la pupila un sueño líquido 
de tigre ciego que atrapa el color de la presa 
y se le olvida entreabierto el otro ojo 
que es árbol del follaje acolchonado 
por donde el sol retumba en cada salto 
que hacia tu sombra el barranco 
me incendiaba. 


(Aquí no vive nadie, 2010)




Un poema de Luciana Tani Mellado en voz de Ingrid Pelicori


lunes, 30 de enero de 2017

Poesía de Tomás Watkins

Tomás Watkins es neuquino nacido en 1978. Estudió abogacía, historia y letras. Publicó Grito(edición de autor, 2003), 26 (Libros Celebrios, 2004 y El Suri Porfiado, 2007) y Mitología (EDUCO, 2012) y Bien de Consumo (Ed Doble Zeta, 2015) y Hora blanca (Espacio Hudson, 2015) . También ha publicado textos en medios gráficos y en Internet y ganado becas y concursos. En 2003 representó a la Argentina en el 1er Encuentro Binacional de Escritores de Pucón y Villarrica, República de Chile, en 2010 fue invitado a la 36º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires como representante de su provincia natal y en 2011 al Festival Internacional de poesía de Rosario.
Sus poemas aparecen en varias antologías, entre las que destacan Desorbitados, Novísimos poetas del sur de la Argentina, publicada por el Fondo Nacional de las Artes (2009), y Si Hamlet duda le daremos muerte, publicada por Ediciones de La Talita Dorada (2010). Integra el grupo de poetas Celebriedades, con el cual ha desarrollado una vasta difusión poética por la Patagonia argentina y chilena mediante un espectáculo poético-musical; además conduce un segmento radial de literatura, música y vinos y encabeza un proyecto audiovisual sobre escritores neuquinos llamado “Almacén literario”, becado por el Fondo Nacional de las Artes.


LO QUE PINTA

No tenés papel
donde caerte muerto,
los pájaros cantan en las ramas
del cementerio tu risa y tu anatema,
¡no hay papel posible mientras algo
—la sombra— se revela!
El espejo te fracciona
sobre cara y permanencia del poema,
sin el diario,
solo,
no tenés papel
para gritar goles, hay corbatas
que embisten y te dan la despedida,
pintura vieja, colchón ajado,
en fin, para que ahorres
apenas
una hojita

BAILARINA EN POLVO

Vuelve, estaba imprevisto,
sorprende por mágico
de lo doxa que es pero funciona,
pongo en palabras algo que tu pollera sabe
que ilumina, se abre,
seguro que se abre y que mi oficio a esta altura es un fraude, otra vez
¡disculpas! —es la última, pero
no siempre hay la sangre a mano pero
todo lo que tengo, así entre los dedos
y hasta el sol, lo que perdura
en el vuelo total,
reverberos de la palabra ahora, su costo,
digo
mi cuerpo todo junto y el lugar donde se halla
lo nervioso intelectual, diría todo
más todo el sexo de mi virtud y de mis deudas,
y todo lo que pienso y oigo cuando todo mieda,
todo yo, mi espesor, mi texto en peso,
mi ánima final que testifica el aire,
digo todo y ya es tuyo, y también
mis ganas de tocar
lo vano y justo,
vuelve, es el eco de tu nombre,
Thamar
Thamar
el eco de tu nombre
Thamar

LA MOTO

En 2007 se van los mejores
empujando una vieja
volskawen
Nosotros, presentes. Tutú y rocanrroles
en el Viejo Teatro de la ciudad
Amortorizado, vieja, tus duendes jugando
y el rostro durazno, la mano peinando
el poema y la noche.
Habilitá lo que sobra,
que te vas
a matar
Está pintando, a qué negarlo,
alto candombe.
El corazón aguanta pero
BASTA
dijo el animal
y al otro día
fuiste
Tocar el cielo entre ríos,
piedra que pule aún garganta pura

al Rulo Salvi


Tomás Watkins lee su poesía








lunes, 23 de enero de 2017

Poesía de Miguel Ángel Sabatini

Miguel Ángel Sabatini: nació en Cutral Có en 1944. Es poeta y profesor de Pintura. Integró el mítico grupo de poetas Celebriedades, con el que recorrió la Patagonia y el sur de Chile ofreciendo espectáculos de música y poesía. Ha escrito los siguientes libros: Poemas rectangulares, Breve historia de amor, Los libros de Osiris 1 y 2, Poemas de clase media, El poema de amor de Nino, ExistOencia, Las palabras, las escaleras, Acoso textual, Diferentes caminos (Primer premio poesía Dirección Provincial de Cultura 2002), Sonetos non sanctos, El hartazgo, La mujer rubia de la playa, entre otros. La mayor parte de su obra poética permanece inédita.

LA BASURA PUEDE ESPERAR
Quien vive acá
qué se cree, la basura es vida,
todo desperdicio que huele a carroña,
todo encer que huele a lavandina,
todo lo es aquí utilizable
digamos reutilizable
cartón, botellas, diarios, calzados,
culos de botella con vino, gaseosa,
vinagre, aceite, agua mineral.
Todo es vendible también,
El arte de vender y comprar es posible aquí,
hasta se puede hacer arte con chatarra
y venderlo, qué más, hacer una Expo.
Quien vive acá que se cree,
tiene un mundo interior intelectual y anticuerpista,
tiene un mundo exterior con detritos y otros efluvios,
emanaciones, canciones, adornos,
deco, ratas, falta de energía, leña,
punteros, pelotas, despelotes, aguaceros,
fríos, heladas, insolación del desperdicio, gas butano.
Comer basura es fácil,
pruebe a abrir su propio tacho de desperdicios
y saque ese hueso de pollo carcomido
y másquele la poca carne que le queda.
¿Qué tiene de fantástico
este acto puro y ordinario?
¿Se cree que las bacterias
están esperando ese momento?
Si tiene miedo no lo haga,
usted es un cobarde.


ACOSO TEXTUAL
6
Quién susurra a veces, quién,
quién se obliga a molestar
dejar que la voz altere
el silencio, los rincones ajenos
donde se esconde más misterio:
cosas baladíes, dientes vibratorios,
timbre solo, secuaz del hálito,
menta de la voz cuidada,
suave, terciopelo,
viola agazapada tras la espalda,
sonar del misterio escondido.
Pero distingo entre los silencios
y las frases extrañas.
Susurrá el dolor,
el querer que te quieran,
que te noten, te aprecien.
Susurrá, aún lo no inteligible
tiene dueño.
Y querés el resguardo
de la verdadera palabra.
7
Tras de ella la estela más larga
o un laberinto en retroceso,
algunas preguntas que no se hicieron
algunas respuestas que no se dieron.
En realidad
fue querer tener un duro cuero,
pero compañero
mi alma está sobada.
8
El dolor pasa por el vacío
dejando pedazos de dolor,
en cada estación de tren
hay postes
como dolores
atravesando la tierra
el cemento,
en cada ahogo de tiempo
hay postes de dolor,
estación andén
poste poste poste
después el vacío de nuevo.
9
Tras la vuelta a la esquina
de una calle cualquiera
donde un aire fingido entra a bocanadas,
si es el recuerdo una imagen sin colores,
si es el recuerdo unos ligustros sin fondo,
unos pastos, unos pequeños árboles en movimiento,
unas setas entre las raíces externas,
una casa de madera, tan común, tan prefabricada,
una distancia insalvable de los seres
que la habiten y quizás no estén,
qué encuentro tan trágico entre el hoy y la memoria,
situaciones fortuitas fuerzan la evocación
y al evocar hay rasgos de derrota,
de pulseada constante desde el nacer
con los objetos y paisajes
que nos rodean latentes y punzantes,
por precaución hay saltos de la memoria
para realizar constelaciones de futuro,
sincretismo de la vista hacia arriba,
quizás allí la visión pueda
elegir aspectos trascendentes,
siempre que doy vuelta a una esquina
no miro a los costados.
12
En breve te contaré la historia
allí donde no existe el pasado ni el futuro,
guardada en el fondo de mí
donde se conjuga el recuerdo,
no hay lugares, no hay sitios
donde se habite completamente,
no hay donde el habla produzca
mal gusto en la boca,
no donde las veredas
transporten seres contrahechos,
allí donde los amigos se reunían
y el bar es el mismo
pero nadie ha vuelto.
13
Capaz que cuando se abre
la ventana de tu cerebro
multiforme, dice abra-cad-abra
y se abre en montículos de sol,
recorre sí, en contado margen,
una plena secuencia desvestida
de libertad, pero fatigada y
fustigada de palabrerío,
la ventana multiforme de tu cerebro
en tu cabeza movediza
sobre tu cuerpo estático,
cuando se abre tu cerebro
direccional, de facultad neta,
hace extensa tu mirada,
rea mirada circunvalante,
tu cara da vueltas
alrededor de tu cerebro.
14
Este desvivir es prolongar
un inmenso vacío
no cenizas de vacío
sí rememoraciones de él
parecidos, analogías, semejanzas,
no temblores de vacío
en donde se aplican
consideraciones y cálculos
por enésima vez del vacío,
sólo se multiplica por cero,
hasta un algo negativo
podría desviar el vacío,
una lágrima, una mueca
una pastilla o una visita a vos mismo.




miércoles, 18 de enero de 2017

Poesía de Ricardo Costa.

Ricardo Costa: nació el 2 de diciembre de 1958 en la ciudad de Buenos Aires, República Argentina, y reside en la ciudad de Neuquén, capital de la provincia homónima. Cursó la carrera de Letras en la Universidad Nacional del Comahue. Fue Director del Instituto de Formación Docente Nº 9, “Paulo Freire”, de la ciudad de Centenario, Neuquén, en el lapso 2001-2013. Entre otros reconocimientos, obtuvo el Primer Premio Fondo Nacional de las Artes 1998, el Primer Premio II Concurso Nacional de Poesía “Javier Adúriz” 2012, el Premio Internacional de Poesía “Macedonio Palomino” para obra publicada por su “Mundo crudo: Patagonia satori”, en México, 2008. Fue incluido, por ejemplo, en las antologías “Poesía neuquina de los 90” (1996), “Poetas 2” (1999), “Abrazo austral. Poesía del sur de Argentina y Chile” (2000), “InSURgentes” (2005), “Poesía en tierra” (2005), “Antología de poesía de la Patagonia” (Málaga, España, 2006), “Poesía de pensamiento” (Madrid, España, 2015). En 2007 editó el ensayo “Un referente fundacional” , y en 2011 la novela “Fauna terca”, ambos libros a través del sello El Suri Porfiado. Publicó los poemarios “Casa mordaza” (1990), “Homo dixit” (1993), “Teatro teorema” (1996), “Danza curva” (1999), “Veda negra” (2001; Tercer Premio Concurso Iberoamericano de Poesía Neruda, en Temuco, Chile, 2000), “Mundo crudo: Patagonia satori” (2005) y “Fenómeno natural” (2012). Por último, y con prólogo de Sergio De Matteo, aparece “Crónica menor (antología mezquina)” en 2015.





UNA NARANJA

EL cuchillo recorta circularmente la naranja
bajo su cáscara.
Hace correr el jugo entre el filo y la pulpa,
marcando el cauce de un camino líquido
que rodea a la fruta para venirse a tu mano.
Viéndote ejecutar esa maniobra, pienso que
algo terrible ocurriría con mi corazón
si tu apetito cayera en desgracia.
Ese movimiento giratorio, ese descascarar
en crudo para llegar al brillo de la pulpa,
daría con la parte más débil de un hombre
y la desnudez de su sangre brotaría hasta
manchar sus ojos de la manera más vergonzosa.
La diferencia la marcaría el ángel que mueve
tus manos.
Porque la fruta gira entre tus dedos para que
su carne se abra por entero a la luz.
En cambio, un corazón se pudre si no se lo corta
en el momento preciso.
Queda dudando lejos, cavado en una ruina oscura,
a treinta y cinco centímetros por debajo
de la boca.
de Mundo crudo, Patagonia satori (2005)

PUNTOS DE VISTA
La forma más sencilla de celebrar una fundación
es marcar un punto junto al vacío.
Un punto es una partícula del todo imponiéndose
sobre la nada.
Un punto establece el origen de todas las formas
que caben en el universo, y el universo se mueve
sobre una sucesión de puntos encadenados
en el espacio.
Sobre uno de estos puntos estamos nosotros.
Abrazándonos y girando en un vacío que nos mantiene
flotando sobre un silencio absoluto.
Pero lo mejor de esto no es el silencio ni lo absoluto.
Lo mejor de esto es que nadie sabe que flotamos
porque obedecemos una ley fundamental.
Creo que ese es el punto: flotar abrazados a la idea de la nada
mientras los cuerpos se mueven y la fundación se convierte
en un acto de amor junto al vacío.
de Veda negra (2001)

FENÓMENO NATURAL
El viento aniquila la luz en esta parte del mundo.
Cada vez que sopla contra la casa, nada parece merecer
la más mínima contemplación.
Yo pensaba que una familia entera estaría abrazándose
ahora mismo bajo las cobijas y rogando por la clavadura
de las chapas contra el techo.
Ruedan botellas en el patio.
Se desgaja la ropa colgada.
Un pollo escapa y resiste bajo el piletón de lavar.
Todo el aliento muerto de la miseria parece ahogarse
contra esas cuatro paredes.
Sin embargo, en apoyo oblicuo contra el viento,
la hija sale de la casa, se acurruca junto al pollo
y comienza a cantarle suave.
A pesar del temporal, ella cree que el amor es un fenómeno natural
que habita en lo más pequeño de la estepa.
Por eso abraza al animal y se convence de que la brutalidad del aire
es un mundo vacío que va muriéndose de a poco.
De Fenómeno Natural

Poesía de Liliana Campazzo

Liliana Campazzo: BsAs. 1959, docente de nivel medio, tiene publicados los libros: Quieta para la foto, Edit.Simurg Bs.As.2004, Yuyo Seco, Edit. Limón Neuquén 2006, Escritos en el vidrio, Edit LLanto de mudo Córdoba 2009, A boca de pájaro Edit. Vela al viento Comodoro Rivadavía 2011 Ha participado de varias Antologías en Argentina y Chile; coordina Talleres de Escritura, de Promoción de la Lectura, de Animación Sociocultural , trabajo en Educación por el Arte y realiza actualmente diversas actividades en la Biblioteca de la Legislatura de Río Negro.


A BOCA DE PÁJARO

Parte 1
Piedra Parada

I
Hay pájaros
y también
chispazos de pájaros
esos
que cuando el sol
corre al lado del auto
por una ruta de tierra
cruzan
delante de la ventanilla
y dejan los ojos cansados
por el esfuerzo de ver su luz
de pájaros .
La ruta de piedra y pozos
se parece a la vida
dura tosca
levanta polvareda
como cuando una
sin más razón
que la tristeza
pega un grito.

II
Los viajes de ahora son eléctricos
aparatos que le cuentan a los otros
donde está una
mandan fotos
cartas escritas en pantallitas minúsculas
hacen de bitácoras efímeras
la ruta sigue igual que antes
pura piedra no más
y algún rehue
al costado de las huellas.

III
Allí se esconde el río
detrás de la curva
lo sé
por que se ven los álamos.

IV
El auto no corre aquí
cabalga
cruza un bajo
olisquea
galopa
un serrucho
fabricado por el viento
al que no puede vencer
la máquina de vialidad
flota en su interior
un polvo de años
lleva en el asiento de atrás
un atado de libros
algún vino
piedras que una junta
para traer a la casa.

V
El sol se cae
atrás de un cerro
brilla de otra luz
casi verde
los pozos
ojos que miran desde abajo
la velocidad
de las cosas.
Es como un líquido,
el sol,
que no termina nunca
de escurrir.
Una está sentada yendo.
Otra curva se agazapa
me salta a la cara
hace sombra
un guanaco
el sol
se cae
a su costado.

VI
En la boca el nombre de la hija
chispazo de pájaro
pájaro ahora
mallín
alambrado
piedra
flores amarillas
bajo
guardaganado
pájaro
sombra sobre el cerro
en la boca el nombre de la hija
lento hace girar en su dedo
un anillo
chispazo de pájaro
molino.
Paso del Sapo
treinta y cinco kilómetros.

VII
La hija y su nombre
traen a la tarde reminiscencias
de cielo
celina
cruza despacio en mi retina
se posa su nombre en mi boca
corre celina
atrás de un sueño
cada piedra en sus manos
se florece.

VIII
Chispazo de pájaro
pájaro
luz
se va brillando
un oscuro
y es la noche la que cae
no es líquida la noche
es mata cubriendo la luz
carbón piedra
sobre la línea
pájaro negro
hace nido
sobre mis ojos
que apenas
ya
el camino.

IX
Cerro Cóndor
no vuela
no galopa
mi auto
detenidos estamos
quietos los dos
fumamos al costado
deja de ser auto
apenas reclino el asiento
es casa
techo en el desierto
abrigo
paté y criollitas
una copa de cristal
que el abuelo trajo de otro viaje
gota hada que cae roja
en la garganta
de la sed.

XIII
Otra ruta
otros pozos
el auto se lleva pegados
los bichos de la noche
por la ventanilla crece el sol
hay una luz indecible
a esta hora
unas sombras que no dan
saco mi pantalla y anoto
la escritura sin lápiz
flota.

Poesía de Graciela Cros


Graciela Cros: nació en Carlos Casares , provincia de Buenos Aires, en 1945. Publicó, entre otros, los siguientes libros de poesía: Pares Partes (Ediciones de la Flor, 1985); Flor Azteca (Ediciones del Dock, Colección de Poesía "El mono hablador" dirigida por Joaquín O. Giannuzzi, 1991); Decimos (Ediciones Bariloche, co-autoría, 1992); La escena imperfecta (Ediciones Último Reino, 1996); Urca (Editorial Libros de Tierra Firme, Colección de Poesía "Todos bailan" dirigida por José Luis Mangieri,1999); Cordelia en Guatemala (Editorial Siesta, 2001); Libro de Boock (Ediciones en Danza, 2004) y La cuna de Newton (Ediciones en Danza, 2007); como antóloga preparó Marcas en el tránsito, Antología de Poetas Jóvenes de Bariloche (Selección y prólogo, Ediciones Último Reino,1995). En 1988 obtuvo el premio Beca Externa (Investigación/Cuba) del Fondo Nacional de las Artes. En 1992 ganó el Primer Premio de Poesía en el Concurso de la Fundación del Banco Neuquén y la Subsecretaría de Cultura del Neuquén; en 1994 resultó finalista en el Premio de Poesía de la Casa de las Américas, Cuba, y recibió el Primer Premio del Salón del Poema Ilustrado de Bariloche; en 1995 el Primer Premio de Poesía del XVIII Encuentro de Escritores Patagónicos (Pto. Madryn, Chubut); en 1998 el Primer Premio de Poesía Corona del Eisteddfod del Festival Galés de Arte Eisteddfod del Chubut. En el año 2000 su novela Muere más tarde (Editorial Colihue, 2004) mereció el Primer Premio de la Secretaría de Cultura de la Nación por la Región Patagónica. En marzo del 2004 fue premiada en el Certamen Poesía en Tierra organizado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires y el Fondo de Cultura Económica de Argentina. En el 2003 la Compañía de Sonidos Superpatria, discográfica de Bariloche, editó el disco compacto "Cordelia en Guatemala / Poemas leídos por su autora", donde lee poemas del libro homónimo y del entonces inédito Libro de Boock. Son numerosos los recitales de poesía que ha hecho acompañada por músicos y actores. También ha sido invitada a leer sus obras en festivales internacionales de poesía dentro y fuera del país.
En septiembre de 2005 organizó junto al Grupo de Poesía El Diente en el Ojo el Primer Festival Internacional de Poesía Bariloche. Actuó como jurado en diversos certámenes y formó parte de la Primera Comisión Técnica del FER (Fondo Editorial Rionegrino).
Vive en San Carlos de Bariloche desde 1971 y coordina Talleres de Literatura y Escritura Creativa.


CON EL MIEDO EN LOS TALONES

Esta mañana crucé el parque del Teleférico
como lo hago a diario.
No había bandurrias ni caballos.
No había chicos ni perros.
Nadie.
El parque
era mío.
De pronto
un tero
chilló fuerte y rápido
y no dejó de hacerlo mientras alzaba vuelo
y se arrojaba sobre mí
en picada veloz
directo a mi cabeza.
Me agaché
 y recordé la escena de Arizona Dream
en la que Vincent Gallo imita a Cary Grant
cuando es atacado por el avión fumigador.
La escena original es de Hitchcock
y Kusturica la recrea a modo de homenaje.
Me agaché
y me quedó picando en los oídos
el aletear feroz.
Vino al ataque seis o siete veces más.
Me cubrí la cabeza con los brazos,
me la tapé con la campera,
agarré una rama del suelo
y la usé como espada.
El tero estaba cada vez más furioso.
Como en Los Pájaros, otra de Hitchcock,
salí corriendo del campo expulsada por un ave.
Me quedé pensando en la naturaleza,
en su perturbación, en esos tincazos
de la fragilidad, el débil equilibrio.


SOY UNA DAMA QUE OSCILA...

Soy una dama que oscila
entre la Implicación
y la Distancia
Una Curruca de los Juncos
que teje argumentos
Cuando niña
bebí
La Leche del Materialismo
Hoy vivo
entre las cuatro
paredes
de mi Imaginación
y hago chanzas
sobre la delgadez
de mi Espíritu
Tengo un mundo
y también
está
en
guerra.


UN MAIL
Recién comí
dos empanadas de roquefort
y dos de pollo
que me alegraron
el cerebro
cuenta Mansilla en un mail.
Dice que va
a inaugurar una biblioteca
en Las Lajas
acompañado de motoqueros
y paracaidistas
cosas de la Patagonia, agrega.
Yo me acuerdo de Osvaldo Soriano
y le digo eso,
que parece una escena
de alguna
de sus novelas.
Tener amigos poetas
salva el día.